Sonrisas y lágrimas ante el Tribunal de la Escuela Diplomática – 2010

Como años ha viene haciéndolo un servidor, decidí consagrar unos días de noviembre a un viaje a la capital con el fin de asistir a parte de las pruebas orales del ejercicio de idiomas. Por ello no di mis clases habituales en este período.

Es preciso aclarar que cuando coinciden dichas pruebas con el pase de mis estudiantes, jamás les impongo mi presencia, pues si algunos pueden sentirse arropados por mi papel de testigo agazapado y comentarios post mortem, otros por el contrario, presas de indisimulado pero comprensible terror, prefieren verse solos ante el peligro, en cuyo caso uno se retira discretamente a su llegada.

El trepidante ritmo al que la alta cifra de opositores del presente año obliga al Tribunal hace que 10 de ellos se presenten a diario, por lo que el Presidente – este año Embajador-Director de la Escuela Diplomática – y la Presidenta suplente se turnan, pudiendo llegar a coincidir ambos en la mesa e incluso asumir la Presidencia uno de los catedráticos vocales del Tribunal. Estos días siempre estuvieron presentes dos asesores especialistas en idiomas, si bien hubo frecuentes cambios en las personas.

El orden de desarrollo de las pruebas siempre es el mismo, a saber:

  1. Lectura de las traducciones directas
  2. Lectura de las traducciones inversas
  3. Lectura de los resúmenes de comprensión oral
  4. Disertaciones orales en francés e inglés

 

El Presidente siempre deja explícitamente a los aspirantes la elección del orden de los idiomas. En cambio los temas orales no se pueden tratar en un idioma distinto del indicado (a una opositora que había errado el idioma se le instó encarecidamente a que rectificara).

Tiempo de preparación de los temas orales:

El Presidente siempre anuncia 3 minutos de preparación para el conjunto de idiomas, si bien en ocasiones se superó, o no se llegó a dicho tiempo, bien porque el aspirante concluyera con antelación, bien porque se le dijo que ya podía comenzar (nunca antes de 2 min). Con todo, la prudencia manda no contar con más de 2’30».

Duración de las exposiciones orales:

En algunos casos el Presidente cortó a los 2 minutos, en la mayoría de ellos las exposiciones duran unos 3 minutos antes de verse interrumpidas, en ningún caso se superaron los 5 min.

Exposiciones orales presenciadas:

¿Es la censura necesaria en ocasiones?

Agua dulce como recurso estratégico (El)

Biblia (La)

Camino de Santiago (El)

Carrera espacial (La)

Culturas precolombinas (Las)

Deportes de invierno (Los)

Elecciones en EE.UU. (Las)

Emigración española a América Latina (La)

España romana (La)

Futuro de Afganistán (El)

Grecia, del mito a la razón

Himalaya (El)

Iglesia y el Estado (La)

Prensa española (La)

Jesuitas (Los)

Juan Pablo II

Legalización de las drogas (La)

Mafia (La)

Misiones de mantenimiento de la paz (Las)

Mujeres en la política española (Las)

Papel de los inmigrantes en Europa (El)

Pintura impresionista (La)

Populismo en Europa (El)

Privatización y control estatal de empresas

Quebec y Canadá

Reforma protestante (La)

Relaciones entre Arabia Saudita y Estados Unidos (Las)

Reunificación alemana (La)

Sistema de pensiones (El)

Telefonía móvil (La)

Viabilidad del Estado de bienestar (La)

En ningún momento se plantearon preguntas al final de las disertaciones.

Frases oídas más frecuentemente:

  • «Buenos días. Por favor abra el sobre y separe los originales de las copias»
  • «Lea usted sus traducciones directas, sus inversas y resúmenes de comprensión oral, en este orden. Puede empezar por el idioma que prefiera»
  • «Muchas gracias. A partir de ahora, tiene usted 3 minutos para preparar los siguientes temas: en francés, ……, y en inglés, ……»
  • «Puede proceder»
  • «Cuando usted quiera»
  • (Para dar fin al primero de los orales) «Puede pasar al inglés/francés»
  • (Para indicar al público que ha de retirarse antes de la deliberación) «El Tribunal se retira en el sentido medieval del término». Comprenne qui pourra.

 

Actitud del Tribunal.

El decoro que acompaña necesariamente este tipo de prueba se ve atenuado por cierta deferencia para con los examinandos. Los miembros del Tribunal rara vez conversan entre ellos, y caso de hacerlo, es en voz muy baja (no siempre fue así en anteriores ediciones).

A una postulante que parecía estar a punto de sollozar se le permitió – a petición propia – retomar su tema oral desde el principio.

Solo una tarde vimos a uno de los vocales dormitar, y de forma bastante discreta (cuando en otros años pudimos asistir a numerosos y/o sonoros bostezos, por no mentar los ronquidos que también llegaron a oírse).

Una lección de modestia.

Nunca estuvo más justificado el dicho según el cual «Los designios del Señor son inescrutables».

En efecto, de los únicos dos aspirantes a los que uno hubiera dado « le bon Dieu sans confession », y con nota, sólo uno aprobó, y con un 5 a secas pese a unas envidiables erudición y seguridad. En cambio, pasan al 2º ejercicio dos candidatas a quienes un servidor difícilmente hubiera admitido (una por repetir sin descanso « l’État de bien-être », concepto esencial que se denomina en francés « l’État-providence » para distinguirlo de « l’État-gendarme », además de andar algo desgreñada, y la otra principalmente por haber sido interrumpida en la lectura de su inversa por la asesora de inglés tras haber leído una palabra que parece ser no escribió en su hoja, a lo que la opositora se limitó a reproducir la palabra pronunciada por la especialista, aparte de que se repetía a menudo en sus orales. Para más inri, dicha candidata sacó la mejor nota de la semana).

Luego espero entendáis que vuestro profesor de francés, que ni es diplomático ni está en el secreto de los dioses, no ponga notas en sus pruebas trimestrales, limitándose a señalar a l@s estudiantes que a su modesto entender tienen o no posibilidades de aprobar en el idioma de su incumbencia.

¡Ánimo pues en esta vuestra preparación!