Sonrisas y lágrimas ante el Tribunal de la Escuela Diplomática – II – 2014

Una vez más nos encontramos en la capital para asistir a disertaciones orales en el marco del ejercicio de idiomas.

Este año se presentan a diario de 3 a 4 candidat@s, por la mañana o por la tarde, siendo más frecuentes los pases matutinos. El Presidente y el Secretario estaban presentes en cada uno de los 16 orales que presenciamos. El Tribunal incluye según los días a diplomátic@s y profesores invitad@s por el Presidente, además de dos asesores especialistas en idiomas. Tanto invitad@s como asesores pueden cambiar de un día para otro.

El orden de desarrollo de las pruebas siempre es el mismo, a saber:

  1. Lectura de las traducciones inversas
  2. Lectura de las traducciones directas
  3. Disertaciones orales en inglés y segundo idioma obligatorio
  4. Preguntas en inglés y segundo idioma

 

Tras los saludos iniciales, la apertura de los sobres y el reparto de sus contenidos, el Presidente dice: «Empiece por las inversas, en el orden que quiera». Pese a la facultad electiva, l@s aspirantes siempre empezaron por el inglés. Tod@s habían escogido el francés como segundo idioma. A menudo se oye entonces: «Con la venia del Tribunal», a veces «Inversa inglés», las menos l@s candidat@s empiezan a leer sin preámbulo alguno.

Tiempo de preparación de los temas orales:

«¿Quiere tomar nota por favor?» es la frase habitual del Presidente para indicar que va a comunicar el enunciado de los 2 temas. Se concede a l@s examinand@s 2 minutos de preparación para el conjunto de idiomas. Transcurrido dicho tiempo, el Secretario le hace una discreta señal al Presidente, quien dice entonces: «¿Está usted preparad@?» o «Cuando quiera puede empezar» o «Cuando le parezca».

Duración de las exposiciones orales:

La mayoría de ellas duraron unos 5 minutos. Son l@s propi@s candidat@s quienes suelen poner fin a su declamación. En una sola ocasión el Presidente cortó a un opositor que había superado los 6 minutos, diciéndole: «Vaya concluyendo», por lo que el ponente apresuró la dicción y acabó en unos 20 segundos. Al oral de un examinando que solo habló durante 4 minutos le sucedió un silencio sepulcral de largos segundos, al que dio fin el Presidente mediante una pregunta. Otro candidato habló durante más de 7 minutos sin verse interrumpido.

Disertaciones orales presenciadas:

Armas de destrucción masiva. (Las)

Arquitectura contemporánea

Cambio climático. (El)

Euro y el BCE. (El)

Fascismo. (El)

Futuro del protocolo de Kyoto. (El)

India. (La)

Japón

Ley del servicio exterior español. (La)

Modelo de financiación del Estado. (El)

Movimiento descolonizador. (El)

Movimientos juveniles. (Los)

Nazismo. (El)

Perspectivas de liberalización del comercio

Presidencia de George W. Bush. (La)

Renacimiento. (El)

Una vez finalizadas las disertaciones, se hacen preguntas en cualquiera de ambos idiomas. Es el Presidente quien las plantea en la inmensa mayoría de los casos. Dichas preguntas suelen versar acerca de uno de los temas tratados (cuando no los dos). He aquí algunos ejemplos:

  • Le contrôle de Bruxelles est-il perçu comme une atteinte aux droits du Parlement européen ?
  • Pensez-vous que le modèle de financement des Communautés Autonomes soit adéquat ?
  • Tell us your opinion: should the European Central Bank really be independent?
  • Vous avez dit – en anglais – que l’Union Européenne n’était pas complète : que lui manque-t-il ?
  • Comment expliqueriez-vous à un étranger que la question de Ceuta et de Melilla ne relève pas du processus de décolonisation ?
  • [Tras el tema sobre el protocolo de Kyoto:] ¿Cómo se dice «efecto invernadero» en inglés? [greenhouse effect] ¿Y en francés? [effet de serre]
  • Going back to refugees, what about the 1951 Convention relating to the Status of Refugees?
  • À votre avis, les révolutions sont-elles un phénomène périmé ?
  • What about «Too big to fail»?
  • Pensez-vous que les mesures prises ces 35 dernières années sont à l’origine de la croissance des inégalités ?
  • Vous avez parlé d’internationalisation et d’inégalités. M. Piketty préconise des politiques de redistribution. Or ces politiques existent, elles ont été mises en œuvre. Pourquoi n’ont-elles pas été couronnées de succès ?
  • Les « impôts confiscatoires » – tel l’IGF (impôt sur les grosses fortunes) de Mitterrand – vous paraissent-ils utiles à cette fin ?
  • Tell us something about Abenomics and Quantitative Easing in Japan.
  • Qu’est-ce que les « éléphants blancs » ?
  • One last question: do you think the BRICS form a solid, homogeneous block?

 

Hemos de recalcar que el Presidente habla francés a la perfección (y modestamente, diríamos que también es así en inglés). Pese a ser él quien hace las preguntas, a veces, al término de los 40 minutos que de promedio duran las intervenciones, se dirige a sus invitad@s: «¿Alguna otra pregunta?», a lo que nadie suele reaccionar, salvo en una ocasión en la que el diplomático presente se dio por aludido, preguntándole al candidato: «We could deduce from your presentation that Einstein cooperated in the Manhattan Project. Did he really?» Al haber formulado el postulante una respuesta larga y evasiva, se reiteró la pregunta, replicando finalmente el candidato «I think so».

Actitud del Tribunal

Se confirma la tendencia ya evocada anteriormente en estas páginas, esto es cierta deferencia por parte del Tribunal y sus miembros para con los examinandos, e incluso con el público asistente, al que pueden saludar y -a veces- hasta sonreír.

Los designios del Señor siguen siendo inescrutables

Otra vez se impone la modestia a la hora de enjuiciar las intervenciones de unos y otras, por diversas razones. Verbigracia: un concepto esencial como «Estado del bienestar», que debiera traducirse en francés por « État providence », dio como en otras ocasiones lugar a versiones fantasiosas, cual « l’État du bien-être », o peor si cabe « l’État de bien-être » (que para entendernos es lo que ha de experimentarse en un chill-out), por no mencionar « l’État assurance ».  También se tradujo repetidas veces «estalinista» por « staliniste »: pero es que nadie lo dice, la palabra usual es « un stalinien » (cuando no « un stal », coloquial pero sistemático chez les intellos). Con todo, no parece que dichos empleos sean sistemáticamente redhibitorios a la vista de las calificaciones. Influyen otros parámetros, que no siempre quedan claros para el común de los mortales.

Por lo cual toda prudencia es poca, reafirmándose un servidor en su política consistente en no poner notas en las traducciones y pruebas de sus estudiantes, limitándose a indicarles si a su parecer tienen o no posibilidades de aprobar en el idioma de su incumbencia. Por lo demás, quienes conocen el estilo de la casa saben que no es precisamente que escaseen comentarios sobre traducción directa, inversa u oral, amén de la presentación general, si bien eso es mayormente privilegio de diplomátic@s.

Fernand Menier. Noviembre de 2014